lunes, 20 de junio de 2011

Odio y Vomito

Os odio, odio vuestras normas, vuestras listas vuestros números y
vuestro orden.
Odio el suelo artificial que piso, el ordenador que uso, el teclado de
plástico que toco, odio levantar la cabeza y no ver el sol, odio a
vosotrxs por aguantar esta vida; odio la calle llena de zonas para
peatonxs y zonas para automóviles, semáforos y cláxones; gente con
prisa y caras largas. Odio a la policía y su prepotencia, joder estoy
pagando a alguien para que me controle y vigile. ¡Que locura!
Odio el humo y la contaminación de la ciudad, ya no respiro aire con
contaminación; ahora respiro contaminación con aire.
Odio toda autoridad, odio todo aquello que sea obligatorio ya sea no
salir de noche o comer todos los días, odio la impunidad de las
autoridades que actúan de un modo déspota y egoísta.
Odio el sistema de enseñanza que corta la espontaneidad y la
naturaleza de las personas desde la niñez, odio lxs profesorxs que ya
ni se plantean porque son profesorxs, la importancia de su trabajo y
solo les importa cobrar a fin de mes y que lxs alumnxs les teman
(respeto creen ellxs) odio los lazos de unión, ya sean entre parejas
(mea culpa), familias, patrias, clubes…
Odio la simbología y el refugiarse dentro de ella en un intento
desesperado de no sentirse solx en esta selva privada, odio las
banderas sean rojinegras o sean barras y estrellas, anarquistas del
mundo; muchxs de vosotrxs cuantas veces me recordáis a lxs
nazis…
Libertad real, libertad de todo, romper este maldito mundo y crear
uno nuevo, no más mentiras y etología manipuladora no somos
votos, ni somos dinero, no somos números ni letras, somos
sentimientos pasión; fuego, lagrimas y sonrisas, somos fabricantes
de besos y abrazos.
Odio la esclavitud, ya sea en la atención al sonar de un móvil o en la
mirada constante a un reloj, ostia son las dos tengo que ir a comer (el
hambre ya da igual, hasta comer lo hacemos por obligación) .Una
vez leí que los animales que no son libres comen sin necesitarlo,
algo parecido nos pasa a los humanos; cuanto más esclavxs somos
más cosas hacemos sin razón, hablamos sin tener nada que decir,
bebemos sin sed y comemos muchas veces por aburrimiento o
consumismo. Malditxs autómatas ¿Tú aun crees en ti? ¿Aun crees en
un mundo mejor, en la anarquía por ejemplo?… Pero en cambio
sigues hay sentadx (igual que yo) leyendo esta basura y pensando
que mal va el mundo y sé que deseas de verdad que algo cambie;
pero no hacemos nada, ese es nuestro problema, nos llevan metiendo
la obediencia entre ceja y ceja desde que nacimos, duérmete,
duérmete… me dan ganas de vomitar, no mas obedecer mi radio
acaba de acompañar a mi televisor en la basura, mi videoconsola ya
está vendida; espero poder liberarme de mi ordenador algún día.
Estoy rodeadx de mierda, mis dueños están repartidos por el mundo
soy tan esclavx que me doy asco a mí mismx.
Cada vez que voy por la calle y veo una cabina rota o un contenedor
quemado pienso, serán delincuentes, no harán nada provechoso por
el bien de la utopía y todo lo que queráis pero lxs son gente que no
ha aguantado tragar mas y se me escapa una sonrisa, rompamos con
las normas sea de la forma que sea, grita, corre, salta y haz lo que tu
corazón te diga; joder déjate llevar por una vez en tu “vida”.
Cuando tragas demasiada mierda... vomitas.

No te quedes inmóvil al borde del camino


No te quedes inmóvil al borde del camino

no congeles el júbilo,

no quieras con desgana,

no te salves ahora ni nunca, no te salves.

No te llenes de calma,

no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo,

no dejes caer los párpados, pesados como juicios,

no te quedes sin labios,

no te duermas sin sueño,

no te pienses sin sangre,

no te juzgues sin tiempo.

Pero si pese a todo no puedes evitarlo y congelas el júbilo,

y quieres con desgana,

y te salvas ahora

y te llenas de calma,

y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo,

y dejas caer los párpados pesados como juicios,

y te secas sin labios

y te duermes sin sueño,

y te piensas sin sangre

y te juzgas sin tiempo,

y te quedas inmóvil al borde del camino,

y te salvas...

Entonces... no te quedes conmigo.

domingo, 19 de junio de 2011

Para ella!

¡Qué extraña y exótica sonaste en mi cabeza aquélla primera vez!

Tan misteriosa, tan peligrosa... Si, peligrosa sería la palabra exacta.

Tantas personas te temían que te observé, desde la distancia, con

prudencia y reserva. Tantas voces se proclamaban en tu contra...

Infundías tanto miedo en tanta gente... Me avergüenza pensar que

llegué a repudiarte, o a alzar comentarios contra ti. Me sonroja ahora

mismo verme en aquella época a mí, de esa guisa. Sin embargo

forma parte de mi pasado, mis años mozos. Cabeza loca.

Me rondó otra. Y caí, presa de sus encantos. Con ella todo parecía

tan fácil... Y la gente tampoco hablaba mal de ella. Estaba bien

posicionada, pese a que pretendía dar un aspecto desaliñado. La

gente me sonreía entusiasmado cuando conocían mi nueva

compañía. Hasta que la conocí. Al principio no me asusté tanto al

conocer sus secretos. Todos cometemos errores, ¿No? Aunque más

tarde, escapé, ahuyentado. No sabía a dónde ir, qué hacer con mi

vida. La confusión golpeaba mi sien. ¿Qué hacer? ¿A quién acudir?

Me sentí desamparadx. Desnudx entre un río de gente. Solx en un

baile donde todxs tienen pareja. Desamparadx. Hundidx.

Y volví a saber de ti. Te volví a conocer. Quizá con mayor recelo,

todavía influidx por la opinión que la gente que tiene de ti. Fui

conociéndote poco a poco. Tu forma perfecta, tu rostro

deslumbrante. Tu maravillosa cabeza. Y empecé a amarte. Otra vez

volvía a tener pareja de baile. Me proporcionaste un bañador para

nadar entre esa marea de gente. Me diste alas. Aquella felicidad que

me proporcionaste entonces, ese calor... que todavía hoy perdura. Y

que espero no se enfríe. No sólo has dado sentido a mi vida. Has

hecho que gran parte de las cosas que he hecho o pensado hasta

ahora cobren sentido. Te amo. Te quiero. No contemplo una vida sin

ti. La sola idea de abandonarte hace que me entren escalofríos. Daría

la vida por ti. Daré la vida por ti. Sueño con un mundo, lxs dos,

viendo el amanecer. Contemplando las estrellas, pasando frío un día

de invierno o mojándonos bajo la lluvia. Y contemplarte. Sentir que

te amo y que no puedo vivir sin ti. Y ser feliz al saber que tú si que

puedes hacerlo sin mí. Eres lo que me da fuerza en momentos de

flaqueza. Aquella razón por la que me levanto por las mañanas, y lo

que sueño cuando me acuesto. A lo que aspiro, y por lo que suspiro.

Y nunca me cansaré de decirte que te amo... anarquía.